Tu dueña y señora ha hecho de ti una completa mariquita. Ya estas completamente depilada, tu cuerpo se ha feminizado a base de ejercicios, tus agujeros han sido cientos de veces penetrados por sus difernetes strap on que iban siendo cada vez mas grandes. Tu corte de pelo es lo mas femnino posible, te ha hecho hacerte mani pedis semanalmente durante meses. Tu sumision natural ha aumentado convenientemente. Tu deseo es su deseo, te has dado cuenta de que has nacido para servirla. Eres un juguete en sus manos, una perrita marica dispuesta a obedecer sus ordenes. Y hoy por fin te va a entregar a dos hombres, dos de sus mejores amigos. Y quiere ver como esos machos te hacen suya, quiere deleitarse viendote chupar una buena polla de hombre de verdad y luego ver como te enculan y gozas como una perra. Porque ella sabe que eres una perra a pesar de eso que tienes ente las piernas. Y tu gimoteas que no por favor, que no vas a ser capaz, que a ti los hombres te dan miedo, que no te excitan, que no eres marica. Y ella sonrie y te deja sola en la habitacion con tu liguero negro como única vestimenta mientras se sienta en su sillon de reina para ver el espectaculo.

Es entonces cuando entran los dos machos, musculados, uno solo con zapatos y el otro completamente desnudo. Este ultimo te empuja contra la pared y te dice que te arrodilles. Puedes ver que su polla empieza a ponerse erecta. Tu cara empieza a arder y no sabes porqué. El macho te hace apoyar la espalda en la pared y te obliga a elevar los brazos mientras te los sujeta. No quiere que le toques con las manos. Tienes su polla tan cerca de tu cara que casis puedes olerla...y te encanta su olor. De repente te grita que abras la boca y tu obedeces y notas su capullo caliente entrar y hundirse en tu boca. Y el placer te inunda el cerebro. Tanto que no puedes evitar traicionarte y mostrar lo mucho que te excita la situacion porque tu pequeña cosita se ha elevado con alegria ante las primeras sacudidas en tu boca de esa polla que deseas siga dentro. Ya no es el el que te da las ordenes, eres tu la que suplica que por favor continue y gimes como lo que tu dueña y señora te dijo que eras, una perrita mariquita...
Y es ese momento, cuando tu cosita se eleva al cielo de forma inconsciente y traicionando lo que decias cuando oyes la carcajada de tu Diosa que está sentada en el sillón viendote satisfacer a un macho. Y ya sabes que no hay marcha atras, eres una completa sissy.
Muacccs amorcitos.